Fue infiel con gordito y no lo puede olvidar

Doctor:

No hallo qué hacer para sacarme de la cabeza a un tipo que conocí en una fiesta de casamiento.

Yo fui con mi pololo, que es alto, delgado, con barba a la moda, si parece de esos futbolistas del Arsenal. Europeo, rico. Estaba bien en la fiesta hasta que se me acercó el hermano de una amiga, al que conocí de chicos.

Es gordito, peludo, bueno para comer, tomar y bailar. Me hizo mover como pirinola y después bailamos unos lentos y empezamos a atracar, pero jevi, duro.

No aguantamos y nos fuimos a lo comando a lo oscurito y tuvimos hasta grado siete, si es que existe. Pese a todo, mi pololo ni cachó.

Seguimos bien y con ganas de casarnos, pero no olvido al gordito del sexo.

Maite

Doña Maite:

A veces los especímenes menos afortunados en lo físico son unas verdaderas máquinas del amor.

Hablan, tienen tema, bailan bien, hacen reír (algo importante en el amor) y así son imbatibles. El físico no es todo, la chispeza y lo canchero de las pampas no es cosa de ser bonito y ya.

El consejo al callo es que converse con su flaco rico, tipo europeo, y le dice la posta, que otro más penquita le hace tilín. ¡Y se acabó no más!

No haga caso a lo que dicen las viejujas, que es bueno tener un gallo bonito, blanquito y de ojales de piscina. Dan cachorros bonitos, pero a veces nada más.

Atine con el adiposo del amor.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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