Doctor:
Después de lo que vi ayer con Bravo inmediatamente le escribí, porque justo tengo un romance con un arquero del club de barrio donde juega mi pololo.
Él es sensual, me agarra todo con sus manos gigantes, pero mi novio es el hombre ideal.
Caballero, trabajador y honrado son parte de todas sus virtudes, pero el hombre que ataja los goles es una bomba sexual, desordenado, bueno para el copete, flojo, pero me excita y me gusta.
Entonces por eso le pongo los cuernos a mi pareja, pues no puedo mentir que lo alocado es mi vida.
No sé cómo hacerla de verdad, mi doc. Ayuda.
Jovita
Mi perra:
No venga a venderme la pescada de que esto es un romance. Acá hay calentura desenfrenada y usted no está ni ahí con el novio que tiene.
Deje al hombre ideal para una mujer que ande en buena onda y no tirando los calzones a la chuña.
No tiene para qué hacerle daño a un caballero que no se lo merece.
Es más, quédese con el bueno para el copete, el penca para el trabajo, pero bueno para la cama.
Eso es lo que busca usted, pero seguramente no le da para más. Allá con su tema. Yo que usted me haría ver.
Está cambiando filete por charqui, pero de puro califa. Es su vida, en todo caso.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com