Siniestro hermano se tiró al dulce con su cuñada. Ahora, Juan no sabe qué hacer porque la susodicha quedó crazy con su repertorio y lo busca y promete dejarlo todo por él.
Doctor Cariño:
No voy ir con rodeos, no es necesario. Estaba en uno de los tantos asados que por estos días hay, cuando llegó la esposa de mi hermano. Ella es coqueta, pero eso no justifica mi comportamiento. Los dos habíamos tomando, ella fue al baño que está en el segundo piso. Subí y luego de mirar si había alguien alrededor, entre y la agarré a besos.
Ella no dijo nada, me besaba y ahí, mientras escuchaba las cumbias, nos dimos como corresponde. Es una diosa. El problema es que comenzó a mandarme WhatsApp, primero eran piola, saludándome, preguntada cosas, pero ayer me mandó más 20, todos subidos de tono, por más que no le contesto nada, ella me escribe diciendo que dejará todo por mi. No quiero perder a mi señora, tenemos tres hijos, ni tampoco que mi hermano se enteré.
Juan
Mi tigre:
El cielo es el reino de los arrepentidos, pero a usted ni San Pedro le daría la bienvenida. Supongo que no es primera vez que le pone los cuernos a su esposa, pero hacer zumbar a su cuñada, es romper una regla de oro entre caballeros. Si ella quedó loquita con su destreza en el ring, seguirá escribiendo hasta que usted pise el palito.
Mi perrito, siempre lo digo, en la vida hay que andar con la verdad por delante. Primero hable con su señora, pero apróntese a un escándalo, con justa razón, y luego ya sabe el siguiente paso: su hermano.
¿A ella? No le responda nada, vaya derechito a confesar su "cana al aire", si lo perdonan tiene suerte; si no, al menos, podrá reconocer que se equivocó.
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