Estoy sobrepasada. Vivo sola con mi hija y a ella se le ocurrió traer a su pololo a pasar la cuarentena. Vivo en Santiago-Centro y comprenderá...
Doctor Cariño:
Estoy sobrepasada. Vivo sola con mi hija y a ella se le ocurrió traer a su pololo a pasar la cuarentena. Vivo en Santiago-Centro y comprenderá que tengo a este gallo viviendo en mi casa casi dos meses.
Hay que servirle, lavarle los dos únicos calzoncillos que tiene y más encima soportarle cómo se come a mi pequeña en las noches, que grita de pura felicidad, pero me rompe los tímpanos. A mí me da lo mismo que haga lo que quiera ella, pero a este tipo no lo soporto.
Más encima no le ha trabajado un día a nadie y hay que alimentarlo. Pero no sé cómo hacerlo, porque mi niña se puede enojar conmigo.
Carmen
Señora Carmen:
Me importa un bledo y a usted también que le importe un carajo si su hija se enoja o no, pero mañana mismo mande al vago a que se vaya para su casa a cambiarse calzoncillos y a trabajarle un día a alguien.
Está bien que haya confinamiento, pero el patudo ese la tiene hecha sin moverse del escritorio. Fresco, flojo y sin ni uno. Las tiene todas. Sáquelo de la casa y a su hija dele una buena explicación. Tendrá que entender que la dueña de la casa es usted. Y así nomás.
Más encima ni un respeto y se ponen a tener relaciones con un megáfono al lado suyo. Mal.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com