Docto Cariño:
Déjeme sufrir, déjeme contarle, déjeme llorarle. Mi esposo vale callampa, pero no lo puedo olvidar. Me ha engañado diez veces contadas. Y la última fue con mi hermana.
Llegué de la feria el domingo y cuando abrí, los pillé chanchitos dándose el manso calugazo. Ahí agarré la escoba y casi los maté a palos.
Los vecinos me los tuvieron que sacar, porque estaba vuelta loca. Es que no es para menos poh, Doctor. Si a mi hermana le di la posibilidad de quedarse en mi casa tras su separación y me responde con esta chanchada.
Y él hizo más de lo mismo. Pero lo amo y quiere volver después que lo eché.
¿Me da un consejo? .
Victoria
Vicky:
Llore a moco tendido, sufra como animal y conmigo cuente siempre, pues día a día las historias son distintas y tipos como su marido reinan en este mundo.
Mándelo a la cresta por un buen rato ¿o está esperando que la engañe una onceaba vez? No sea longi. La sacada de cresta con el palo de escoba se la merecieron bien merecida, porque ella era su propia hermana que usted ayudó.
Más que gastar saliva para conversar con el hombre penca, siéntese y hable con su síster. Sé que se las mandó, pero creo que harto que ver tiene su esposo.
Ahora, si de verdad lo ama a él y no quiere perderlo, creo que necesariamente se tienen que juntar los tres. Un diálogo a calzón quitado podría solucionar las cosas.
Pero ojo, el caballero es muy difícil que se enderece. Es un cola de chancho.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com