Jorge está que corta las guinchas por la amiga de su mami que, pese a ser una señora de las cuatro décadas, está más buena que frutillas de temporada.
Doctor:
Yo pensé que sólo en las películas subidas de tono pasaban las cosas que ahora me tienen al borde de la maldad.
Resulta, doctor, que yo me encontraba de lo mejor estudiando el viernes en la noche en mi pieza, cuando mi "tía", amiga de toda la vida de mi vieja, se apareció con unos copetes de más y con claras intenciones de profundizar nuestra relación.
Mi "tía" es una cuarentona que está como quiere, pero esa noche me hice el gil y le pedí que se fuera. No era cuestión de borrachera. Al otro día me empezó a wasapear para concretar…
Estoy complicado, doctor. No quiero echar perder una amistad.
Jorgito
Muchacho:
Se lo digo sin rodeos: me sorprende su fuerza de voluntad, porque cualquier otro en su lugar cae como mosca en la miel ante tentador ofrecimiento.
Yo sé que su "tía" debe estar para candidata a reina. Por lo mismo está bien que piense en que va a dejar la embarrá en la amistad con su mamá. Tampoco le puede contar porque va a pasar lo mismo. Amistad perdida.
Lo mejor es hacerse el tonto por un rato. Haga como que no existe pero lo importante es que si insiste, se las cante bien clarito: no quiero nada con usted, "TIA".
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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