Doctor:
Estoy desilusionada. Mi marido me dejó por una compañera de curso de la básica, con la que se reencontró mediante el maldito Facebook.
Lo pillé en su auto agarrándose a besos con ella en la esquina de mi propia casa.
No sé por qué hizo esto en mi propia nariz ni tampoco comprendo la necesidad de él por buscar a otra mujer.
Ella es gorda y vieja. Y yo soy cinco años menor que él, tengo una figura escultural a punta de gimnasio, y no me sirve de nada.
Él me dejó por una porquería y, más aún, sé que en el sexo es muy bueno y me lo imagino con esa bruja. Ayúdeme, doctor.
Marisela
Mi niñita:
No gaste lágrimas para llorar por ese hombre ni saliva para nombrar al innombrable.
Si usted es linda y él prefiere una federica para revolcarse como los perros, juegue solita, agarre sus cosas y váyase de ahí.
Que él la pierda será un dolor terrible que lo sentirá después de que no la vea en la casa.
Fue de puro enfermo de la cabeza lo que ha hecho con su compañera de colegio y se va a aburrir, pero cuando regrese usted le pone su portazo en el rostro.
Que se lo imagine en pelotas cabalgando con la amante es normal frente a lo que usted vive.
Pero disfrute de la vida y dé vuelta la página por ahora.
Si él la quiere, debe hacer méritos para recuperarla.
Y que, por favor, no le sea tan fácil. Mire que la ha sufrido mucho.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com