Doctor:
Me acaban de pegar la mansa PLR en la casa. Me pasó de califa.
Soy adicto al sexo. Me gusta ponerle ojalá todos los días. Con mi mujer nunca había tenido drama, porque me aguantaba el salto todos los días. Era una maravilla. Y cuando estaba en sus días, yo recurría a mi antigua amiga Manuela Palma y no había drama. Pero la crisis empezó hace un año, cuando quedó embarazada. De un día pa’ otro me cortó el gas, el agua y la luz. Al principio reclamé. Pero no pescó. Y ahí empecé a buscar amiguitas antiguas y nos íbamos a volteaderos. No tenía problemas. Hasta ahora. Porque como estaba sin plata, me fui a un mirador. Y cuando estábamos ahí, llegaron unos patos malos, me chorearon el auto, la plata, la ropa. Todo. Y pa más rechacha, llegaron los verdes y nos llevaron presos. Cuando mi mujer se enteró, me puso la PLR. ¿Tengo opciones?
Hombre ardiente
Don Califa:
Lamento informarle que no tiene ninguna opción con la iñora y que cooperó. Vaya acostumbrándose a que verá a su retoño los puros fines de semana.
Es que, mi amigo, se la pitió completamente. Entiendo que haya andado con el Loto y el Kino acumulados porque su mujer lo tenía cortado. Pero eso es algo bastante habitual durante los embarazos. Las hormonas tienen, en algunas mujeres, ese efecto. Otras no se hacen drama y le siguen dando hasta los 8 meses. A su mujer se le apagó la llama y usted pagó el pato.
Pero en vez de irse a azotar con otras chiquillas, debió haber aplicado la meditación o haberse dejado las manos peladas. Incluso hablar con su jermu pa’ que tratara al menos de hacer alguna cosita.
El drama es que lo pillaron en mala y más encima en un mirador, donde uno va al tochangou y punto. Y muchas veces con chiquillas de amor tarifado. Tuvo suerte y quedó solo en asalto. Podría haber sido peor.