Doctor:
Me tiraron un huevo por la cabeza. Así, tal cual, doc.
Hace unos meses llegó una vecina nueva al barrio y desde entonces me tira los cortes. Nunca le di pelota porque siempre me gustó otra chiquilla, una flaquita rucia que después de años de joteo hace tres semanas me dio la pasá. Le confieso que a mis 16 es mi primera polola, por lo que ando entero feliz.
La cosa es que varias veces cuando ando con mi polola me he topado con mi vecina, y ella nos mira con cara de odio. Hace un par de días pasamos por fuera de su casa, mi vecina se asomó por la ventana y ¡nos tiró un huevo! Por suerte me llegó a mí y solo me rebotó, reventándose en el suelo.
Lo extraño es que desde ese día miro a mi vecina con otros ojos. No sé si fue por el huevo o por el verano, pero me di cuenta que esa morena tiene curvas para regalar. Por eso me pregunto ¿No sería bueno probar ese arándano para ver cuál de las dos es mejor?
Javier
Huevito:
Yo sé que a su edad es difícil controlarse. Si acaba de encontrar a su primera polola, tiene que haber estado 15 años sin poder controlar las manos y ahora que conoce el cielo le debe costar controlar otra cosa. Pero no sea gil. Si estuvo años joteando a su niña y hace semanas le dio el sí cómo va a ser tan pelotudo de arriesgar esa relación.
Además, si la morena (no le puede decir "arándano" pues cabro, no puede ser más chanta) le tiró un huevo cuando entre ustedes no hay nada, imagínese como será si llega a concretar algo con ella. Tiene pinta de ser mujer de armas tomar y seguramente no le tiraría un huevo de gallina si se enoja, sino uno propio.
Así que cálmese.
Estuvo 16 años sin anotar y ahora que le salió cree que se las sabe por libro y que cualquier chiquilla caerá rendida a sus pies. Se equivoca en eso, campeón.
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