Doctor Cariño:

Dicen que los caballeros no tienen memoria, pero tienen teléfonos inteligentes y eso es lo que me preocupa. Con mi pareja, que no es mi marido porque él me dejó de lado, nos gusta dárnoslas de cineastas del porno, así es que armamos nuestro set portátil y vamos a todas las paradas para grabarnos haciendo de todo, pero una vez que vemos nuestras obras, las borramos de los celus. Ese es el trato.

Pero hace poco, en nuestro chat del amor, mi partner empezó a enviarme capturas de pantalla de mis mejores actuaciones, y ahí lo mandé a la porra de un viaje. Ese material lo vemos juntos y se borra, pero él insiste con trucos en guardar copias. ¿Se imagina que en vez de enviarme una foto mía esta vaya a parar a otro lado? Por eso le pido ayuda, un consejo.

Lily

Lilita:

La gente no aprende nunca y usted es parte de ese montón de personas que aún no entienden que una fuga de imágenes íntimas puede desencadenar una tormenta.

En realidad, usted es medio ingenua y seguro que su compañero de cacheteo un día se va a salir de rosca y pueda usar las imágenes para hacer quizás qué cosas. Lo primero es pedirle la prueba de la confianza: que le pase el celu y ahí mismo, en la cama, tras las grabaciones, se va de borrón y le pide que le muestre qué hay en la carpeta segura. Y si hay algo de ustedes, ¡pa' fuera! Y, por ahora, le dejo pasar lo otro, el caso del venado de su marido. Pero le encarezco que la corte con eso de ser los Spielberg del triple equis, ni luz ni cámara, pero sí acción.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com