Mi perro se llama Lucho y el miércoles pasado lo empecé a llamar en una plaza después de que se me arrancó. ¡Lucho, Lucho!, le grité como seis veces.
Doctor Cariño:
Mi perro se llama Lucho y el miércoles pasado lo empecé a llamar en una plaza después de que se me arrancó. ¡Lucho, Lucho!, le grité como seis veces. Y una mujer se reía mucho, porque el animal no me pescaba.
Ella lo llamó y este desgraciado partió al tiro. Ella se me acercó, me entregó a mi mascota y nos pusimos a conversar. En un momento se sacó la mascarilla y quedé loco. Más allá de su cuerpo terrible, era hermosa. Paraguaya de 1.75. Parece que le gusté, porque me invitó a su departamento. Pero soy casado.
De verdad doctor que no puedo evitar no ir donde semejante monumento.
Marcial
Don Marcial:
Está actuando igual de caliente como su perro. Hot Dog, en "inglish". Así como el animal no lo infló a usted, después de portarse mal su señora no lo va a pescar nunca más, porque ellas huelen cuando un pajarón anda con la del bandido.
La reina del Paraguay estará urgida quizás por una mocha cuerpo a cuerpo, pero si quiere meter la cabeza al guáter debe poner en la balanza su familia o una simple cana al aire. Disfrute lo que ya tiene en casa.
Valore las cosas, no sea longi.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com