Doctor Cariño:
Soy conserje de un condominio de departamentos en el litoral central y durante esta época me hago el pino, porque como la gente me tiene confianza y no quiere que las corredoras de propiedades le peguen el palo, me dejan a mí sus deptos pa’ que yo se los arriende. Y me va harto bien.
La cosa es que este verano han llegado familias, parejas, amigos, adultos mayores. En general grupos. Pero la semana pasada llegó una dama sola. La noté bajoneada. Y se suponía que venía con su familia.
Al segundo día, me llamó para que le cambiara unas ampolletas, y me contó que se había separado hace un mes. Al tercer día, me llamó a la hora de almuerzo para que le viera la cocina. Me invitó a almorzar. Conversamos. Y ahí mismo se me tiró al dulce. Me arranqué y no hice nada. Soy casado. Pero todos los días me la topo en la piscina y ni le encargo el pellejo que se gasta. Me hace dudar.
PEÑITA
Don Peñi:
Primero debo felicitarlo. Hay que ser empeñoso pa’ surgir, no ser flojo y sacarle el poto a la jeringa con la pega.
Segundo, otra felicitación por arrancarse de la MILF (mamacita a la que le gustaría hacerle chupete por lo rica que está), que, obvio, quiere que la atiendan porque quizás lleva cuánto tiempo cortada.
Amigo, obvio que una mujer adulta que se cuida siempre es tentadora. Ejemplos del MILF hay muchas: Marlen Olivari, Marcela Vacarezza, Carolina Infante, Carmen Gloria Arroyo, y la indiscutida soberana de esta categoría Katty Kowaleczko. Me imagino que la que usted menciona debe ser parecida a una de ellas.
Pero usted es casado y por mucho que le sirvan el plato, usted no se lo debe manyar. Zapatee en una pura fonda no más. Siga así.