Me enamoré de una compañera de trabajo. Estoy hasta las patas, porque llevo casado tres años, tengo una bebé de seis meses y mi esposa sólo come y come.
Doctor Cariño:
Me enamoré de una compañera de trabajo. Estoy hasta las patas, porque llevo casado tres años, tengo una bebé de seis meses y mi esposa sólo come y come. Pesa 90 kilos y mide 1.70. Imagínesela.
Pero más allá de eso no me infla en ningún acto romántico. Hace siete meses que no hacemos el amor y ella ni se preocupa. Prefiere estar comiendo papas fritas al frente de un televisor y mirando a la guagua.
En cambio, la mujer de mi trabajo me dice que soy guapo, que quiere salir conmigo y me gusta y pienso sólo en ella. Mis amigos me dicen que me vaya de la casa, pero un bebé es el sueño de un padre y no lo quiero perder. No sé qué hacer, doctor.
Michael
Don Michael Jackson:
Así, haciéndose el pasito para atrás, debe echarse el pollo de la mujer de su pega, llegar a su casa y quitarle el alimento a su esposa. Cuando ella lo increpe, usted la hace callar lentamente y le pide que deben conversar. Plantéele que usted la quiere, que le pide amor y pregúntele por qué prefiere 800 calorías en vez del beso de su esposo.
Quizás tenga un problema emocional, de ansiedad, o usted es un marido fome. Trate de recuperar su matrimonio en vez de sentirse enamorado. Creo que la está sufriendo por la indiferencia de la mujer que llevó al altar y por eso se siente atraído por la fémina de su trabajo. Juéguesela al máximo en la casa. Hagála por su guagua.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com