Musculín al ope

Estimado, le cuento que me metí a un gimnasio hace dos meses. Soy chileno común nomás, el típico del “verano con polera”. Sólo quería sentirme más sanito, doc. Bueno, hasta que la conocí a ella.

Un amigo me dijo que si le aplicaba a la pura bici estática iba a estar igual de penca. Me recomendó un personal trainer, pero no me convencía... Y bueno, salió ella. La profesora  reemplazó al gorilón original por un mes. ¡Me anoté al toque!

Entre puros machos alfa, esos que se tiran besitos al espejo mientras levantan las pesas, yo saqué perso. Ella me tiró un fierrito de 10 kilitos y ahí quedé. Después me hizo sacar los tríceps en una máquina sin ni un peso y no pude. Lo que vendría después sería peor... Iba en el tercer abdominal cuando se me salió un ope. Y así, a potito parado. Ella se lo olió calladita.

Me cambié de sede y me propuse pasar la pena y ponerle bueno. Todos los días, porque me pedí las vacaciones. Quedé filete y ya no tengo calugón ni se me salen sorpresas cuando hago abdominales. Es que la amo... ¿Qué hago, doc? Quiero volver al lugar donde la conocí para mostrarle que ahora sí soy fuerte, pero ahora de brazos...

LA ROCA

Tony Esbelt:

Me parece al ope su drama. Y claro, se le salió uno con tanto esfuerzo, pero hasta ahora ni la Angelina Jolie se los lanza con perfume. A quién no le ha pasado... Bueno, no a tantos. Pero mire, con esa misma perso va y vuelve al gimnasio donde todo salió. Respire hondo, recontrate los servicios de la dama y dé la pelea. Qué tanto, si la profe no le dijo nada acerca del incidente. Si pudo ganarle a la guata demás que le da para sacar el habla e invitarla a salir. Paso a paso, para que no se me vuelva a desinflar. 

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