Estoy seguro que mi esposa me engaña. Dos vecinos dicen que la han visto salir con un hombre más joven que yo, buena pinta y se ven muy románticos, me dicen. Soy carabinero y tengo que hacer turnos largos. Cuido a la gente, pero parece que debo cuidarme.
Doctor Cariño:
Estoy seguro que mi esposa me engaña. Dos vecinos dicen que la han visto salir con un hombre más joven que yo, buena pinta y se ven muy románticos, me dicen. Soy carabinero y tengo que hacer turnos largos. Cuido a la gente, pero parece que debo cuidarme. Quisiera pensar que la persona en cuestión es su compañero de gimnasio que la pasa a buscar, como ella me ha dicho, pero todo, pero todo el mundo me jura de estómago que hay algo más allí. Mi mejor amigo, de la comisaría, fue un día a ver qué hacía ella con el cabro. No vio nada tan íntimo, pero sí un cariño en la cara y un beso en la frente. Después de eso quedé marcando ocupado, porque me imagino a mi señora haciendo, usted sabe con él. Estoy destrozadísimo. Ayuda.
El cabo
Señor carabinero:
Le agradezco a su institución, porque la semana pasada me hicieron un portonazo y ustedes pillaron a los ladrones. Por esa misma razón le voy a decir algo. Creo que debe conversar con su mujer, y en los ratos libres que son pocos, reconquistarla, agasajarla, amarla, besarla. Ella necesita eso de su marido. Antes converse el tema, y por más que le lleguen rumores, nadie ha podido comprobar nada. Por eso está su esperanza. Ella se lo va a negar, pero usted sabrá que si la reconquista y ella engancha, es porque sabe que lo que falta es un poco de comunicación. Le insisto, tenga un diálogo con ella y no se pase rollos obscenos con alguien que quizás sea sólo un amigo ¿Por qué ella no puede tener un amigo? Piénselo.
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