Perro nuevo le quitó el amor de su esposa

Pareciera que el perro de la casa es más importante que yo. Llevo 20 años con mi esposa, tenemos tres hijos grandes, éramos felices, hacíamos el amor tres veces por semana.

Doctor Cariño:

Pareciera que el perro de la casa es más importante que yo. Llevo 20 años con mi esposa, tenemos tres hijos grandes, éramos felices, hacíamos el amor tres veces por semana. Y ahora hace, exactamente, tres meses llegó una mascota a mi hogar. Un poodle de nombre Kalo y se comió el corazón de todos los miembros de mi casa. Es precioso, juguetón y peludo. El problema es que él duerme en la cama matrimonial en las noches junto a mi señora y yo quedo colgando. No me dieron nunca más la pasada, ahora ella ni me mira, sólo juega con el can y nada de nada. Ni un beso, ni un abrazo. Cuando terminó de matarse la cosa fue el sábado. Traté de tocarle un pecho y el perro saltó a morderme, ella se puso a reír y se burló de mí por minutos. Y acá estoy, podrido.

Hugo

Don Hugo:

No se preocupe, mi hombre. Lo que pasa acá es una moda del peludo en la casa. Su mujer está feliz con este juguete nuevo, pero sabe que su marido es el que la ha acompañado toda la vida. No se pase rollos y, de seguro, sólo le falta una buena conversación sobre el tema. Invítela a comer, sedúzcala. Capaz que ella piensa en el perro porque usted se convirtió en un hombre fome, poco seductor y amargado. Convídela al cine, hágale cariños y bésela. A veces las mujeres necesitan que las agasajen por más que pasen los años. Si pesca más al perro, le insisto, es porque usted no ha hecho la pega. Juéguesela y verá cómo ella le moverá la colita.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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