Pedro desde que se separó anda como tetera hirviendo. Sin embargo, ahora conoció a una minoca que no se quiere ir de su depto.
Doctor Cariño:
Desde que me separé de la que pensaba iba ser mi esposa, la madre de mis hijos y la paseadora de mi perrito, estoy perdido en las relaciones sin control. Saqué al regalón de gira y mi racha es tan cotota, que a todo lo que le apunto le llega la bala. Soy pequeñito, pero creo que debe ser mi perfil francés el que las cautiva.
Han sido semanas inolvidables para el regalón, pero este viernes se pudrió todo, doctor.
Llegó del sur una antigua amiga. Nos juntamos a comer, a hablar de estupideces y de cómo es su vida con cinco retoños y un esposo que no le da bola. Todo bien hasta que me dice que quiere pasar a tomarse una tacita de café en mi departamento. Como buena Doña Florinda, le dije a mi amiga que sí. No hay problema. Fui a la cocina a usar el café que sobra de la oficina, cuando vuelvo al living y la encuentro sin ropa. Así, tiritando y diciéndome que tenía frío. No me quedó otra que hacerme el valiente. Usted ya se imagina que pasó.
El problema, doctor, es que lleva cuatro días en mi departamento y no se quiere volver a su casa. El marido la llama a cada rato y temo que se aparezca en mi departamento en cualquier momento. ¿Qué hago, sabio del amor?
Pedrito
Narizotas:
Primero, bájese de su ego. No crea que su perfil francés es el que las tiene cautivada. Debe ser lo pachacho lo que les debe llamar la atención de las mujeres. Lo tienen como desafío. Seguro que piensan que a ese petaco lo "cambio yo" y por último le aumento unos centímetros con unos tarros de durazno de cinco kilos, esos de bingo de playa.
Su "living la vida loca" podría ser peligroso. Imagínese si el marido de su amiga con raspe se entera de que ha estado todo el fin de semana gastándose con usted.
Arranque de ahí. Cambie de domicilio, de nombre o hágase una rinoplastía.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com