Doctorcito:
Tal como lo dijo un día "Don Peineta" Garcés he tenido todas las mujeres que he querido, viejo. No me quejo, porque a esta marabunta que Dios me dio le ha dado de comer filetes de todos los sabores.
Pero en la "dieta" ahora me apareció una cabra chica que me para hasta los pelos de la ñata. La chica tiene 18 y es cosplay. Usted me cacha: de esas loquillas que se disfrazan de monos chinos.
La conocí un día en la Estación Mapocho y sin darme cuenta me metí en su mundo. De Princesa Leia, la Chun Lee, la Sailor Moon. De todo eso se disfraza antes de que venga la mejor parte, que es cuando se saca todo y me deja ser su Luke Skywalker a sable pelao.
El tema es que yo ando pisando los 40 y ella me quiere llevar a sus fiestas disfrazado de Mario Bross, y aparte de vergüenza no me imagino saltando entre callampas.
¿Qué hago mi sabio?
Ramón
Mi profanador:
Cuando partió con el discursito de creerse notario público y que se pasa la vida timbrando a cuanta Eva se le cruza, aparte de caerme gordo lo hallé más mula que fórmula para acabar con la evasión del Transantiago.
Pero mi cachetoncito, supongamos que es verdad y que le pokemona lo ve como un joystick humano, al que agarra y aprieta sin piedad.
Si es así, las va a pagar cuando usted vaya a la famosa fiesta de disfraces y parezca el Viejito Pascuero en un jardín infantil y, además de las burlas, lo más seguro es que terminará viendo cómo le comen el pasto tierno.
Péguese la cachá y madure mi galán vinagre. Chaíto nomás.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com