Doctor Cariño:
¿Cómo está? Supongo que bien, lo que es yo me quiero cortar las venas, porque mi marido me dejó por mi amiga. El mes pasado llegué a mi casa ultra cansada, y cuando me acerqué a mi pieza me encontré con mi amiga montada en el hombre con quien me casé.
Me dieron ganas de vomitar con la escena y ahora lo que me pasa es que lo recuerdo y me da rabia, pena y no tengo ganas de seguir viviendo. Lo amé, ahora lo sigo amando, pero lo perdí, por culpa de una mujer que juró ser mi compañera por siempre.
Claro, ahora pienso y todo fue para ponerle el traste en la cara a mi marido. Ordinaria, rota y fea. Pero igual me lo ganó. Estoy triste y con ganas de quitarme la vida.
ANABELL
Anita:
Lo primero que debe hacer es inmediatamente dejar de pensar estupideces. Quitarse la vida por un hombre que vale callampa y que ocupó su propia casa para engañarla no tiene sentido. Póngase feliz, porque hay muchos machos de verdad que se la juegan por una mujer.
No como el pinganilla penca. En serio. Y sobre su amiga, lo mismo: bataclana barata y sin vida. Se colgó de usted para buscar a un flaitongo que la agarrara. Viva su nueva vida, dé vuelta la página y váyase de viaje un par de días con el fin de tomar aire para partir recauchada del corazón y en busca de un hombre que la ame y que la atrinque bien de noche y de día.
Acuérdese de mí. Será feliz, pero esta vez para siempre.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com