Salí de mi casa apurado a la pega, y cuando iba a tomar la micro me di cuenta que se me había quedado la carpeta que iba a ocupar para la reunión. Y cuando volví vi una imagen que me gustaría olvidar.
Doctor Cariño:
No sé qué hacer y necesito una luz al final del túnel urgente. Salí de mi casa apurado a la pega, y cuando iba a tomar la micro me di cuenta que se me había quedado la carpeta que iba a ocupar para la reunión. Y cuando volví vi una imagen que me gustaría olvidar.
Abrí la puerta con cuidado y cuando llegué a la pieza estaba mi mujer con la vecina, acariciándose, besándose. Deben haber llevado ni diez minutos en esto, porque la taza de café que dejé a la mitad aún estaba tibia. Y fue tanto mi impacto con la escenita, que no fui capaz de decir nada. Es como si fuera una pesadilla de la que quiero despertar. Me fui a la pega con los ojos llorosos y a la noche cuando volví mi señora estaba como si nada. Pero esto no puede seguir así. Ayúdeme.
Bernardo
Mi "Beño"
Fuerte lo suyo, le agradezco que haya tenido la confianza de escribir estas líneas dolorosas y sinceras en un muro, donde la mayoría de los que se dirigen a mí lo hacen para quebrarse de lo buenos que son para el catre. Pero vamos al grano.
Sé que en su orgullo de macho, debe haber confusión, porque no es lo mismo un nucazo con un patas negras que con una vecina. Puede que la traición sea la misma, pero imagino que debe estar sintiendo que no sabe con quién está casado.
Lo mejor, amigo mío, es que hable de frentón, porque será liberador para ambos. Puede que su señora esté experimentando, como puede que su orientación sexual sea otra y no se atreva a decírselo. Por eso lo que necesitan es honestidad.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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