Doctor Cariño:

Mi polola me dejó nocaut el fin de semana. Ella practica UFC y después de una discusión se enfureció tanto que agarró su derecha y me puso un puñetazo de aquellos, el cual terminó con un codazo en el estómago.

Desperté acostado en mi pieza con mi madre acariciándome y mi pareja arrepentida y llorando. Supongo que se le pasó la mano de tanto entrenar, pero mi papá y dos amigos me dijeron que la olvidara, pues cada vez que peleáramos me iba a ir de sacada de cresta con un final en la clínica.

La amo, la respeto y ella me dice que me adora, pero que no me garantiza que se pueda controlar tras un impasse. Dígame doc, pues a mis 20 años necesito de un consejo de una persona experimentada.

Gabriel

Don Gabriel:

La cosa se acabó aquí y en la quebrada del ají. A sus 20 añitos debe estar claro que las agresiones entre parejas no corren. Y para serle franco, usted es tan joven que mejor dé vuelta la página y no la vea más, más aún sabiendo que ella misma le dijo que no sabía si se iba a controlar en una próxima vez.

Si su papá se lo dijo y sus amigos también, ahora se lo digo yo, su doctor: chao con la mujer golpeadora. Que le siga pegando a una pelota o a una esponja, pero no a su cara pues mi rey. Es un niño aún como para buscarse otra reina que le sea cariñosa y la ame a morir.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com