Doctor Cariño:

Me caí al trago y nunca había bebido. Unas amigas me invitaron a un pub, y aprovechando de que mi pololo me pateó pasé las penas con un copete. Probé champaña y después vino con durazno y ahí quedó la embarrada. Me puse a bailar con un tipo, a quien agarré a besos y terminamos desnudos a las 10 de la mañana del día siguiente en un motel.

Cuando desperté se me cayó la cara de vergüenza y ahora estoy preocupada. No me cuidé, no sé quién es él y ahora mi ex pareja quiere que volvamos. No tengo cara para decirle si sí o si no, y no sé si contarle lo que me pasó. Me encuentro muy confundida con todo esto y con unas terribles ganas de tomarme otro traguito. Me quedó gustando la sensación de la buena onda embriagada.

Clara

Mi niña:

No haga tal en caerse en la bebida. Ya tiene el ejemplo de que después de debutar en el alcohol terminó como Dios la echó al mundo en una cama y acompañada de un desconocido. Sobre esto último me quiero detener. No sé los motivos por los cuales su ex pololo la abandonó, pero cuando a usted se le apagó la tele no estaba pololeando con él, por lo tanto no veo obligación alguna de su parte para que le cuente lo que pasó.

Acá no hay infidelidad de parte suya, sólo una grave indisciplina etílica que la llevó a cometer esa caída. Creo que debe olvidar lo que sucedió en el motel, por seguridad vaya a hacerse un chequeo, y después vea si quiere volver o no con la que ha sido hasta hace poco su pareja. El hombre desconocido que se mantenga como tal y ya no existió. Y no beba más. Le hace mal 

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com