Doctor:
Soy profe de una escuela nocturna y otra colega me contó que su mejor alumno le está tirando los perros. No sé por qué me bajó el enojo y fui y le aforré al cabro pasado para la punta.
Eso me significó una amonestación en mi pega (no me echaron, pues el cabro fue depravado con la mujer) pero ella ahora me quiere con papas fritas.
Es madura, pero pulenta como cuero. Estoy casado, me pongo califa cuando la veo en las noches y cada vez más ando con las ganas de pegarme una desordenadita.
Mi señora no me da la pasada porque está embarazada, así que imagínese cómo estoy. Help.
DAVID
Davicho:
Todos los hombres han quedado acumulados sus meses porque su iñora está preñadita y se aguantan encumbrando volantines o haciendo mejor su pega o jugando a la pelota.
Pero el caballero se quiere entretener con la colega. Mal poh, señor. Ahora me cayó la teja que se vengó del cabro que le hizo los puntos a la veterana, porque ella le atrae y se la quiere comer con arroz. Piense en su esposa y en su guagüita.
¿Para qué va a meter la cabeza al guáter si será feliz con su pequeñito o chiquitita? Hágase un nudo en el quetejedi y disfrute su estabilidad laboral y su proximidad a hacer papá. Gil.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com