En vacaciones de invierno me fui a Isla de Pascua y conocí a un bailarín que me mostró la magia isleña. Quedé enganchadísima, sobre todo luego de ver el Moai, el que está justo frente al mar, no sea mal pensado doc.
Doctor Cariño:
En vacaciones de invierno me fui a Isla de Pascua y conocí a un bailarín que me mostró la magia isleña. Quedé enganchadísima, sobre todo luego de ver el Moai, el que está justo frente al mar, no sea mal pensado doc. La cosa es que me hizo el Sau-Sau durante los cinco días que estuve ahí y a duras penas me devolví al Conti.
El tema es que mi enamorado ahora me dice que me vaya a la isla y tengo mis dudas, porque el lugar es soñado, pero me gusta mi pega. Me dice que acá podemos iniciar una nueva vida, pero nunca he sido tan aventurera para dejar todo y seguir un amor. El me mueve el piso, jamás había conocido a alguien así, pero y si después todo queda en nada y me quedo sin pan ni pedazo. Ya no sé qué hacer, fueron unas vacaciones maravillosas, pero quizás en la vida real la cosa cambia.
Mi isleña enamorada:
El amor a veces llega en los momentos más inesperados. Si es primera vez que le mueven el piso de esta forma, quizás está bien que piense en dejar todo tirado para ir a disfrutar del amor. Lo que sí es importante es que su pretendiente no se quede sólo en las palabras y con acciones le demuestre que sí quiere estar con usted y que esto no es chacota.
Pregúntele cuáles son sus proyectos si es que usted se pega el pique para instalarse en la isla. Dígale lo que siente, que sepa que es un paso importante en su vida y que no quiere que sea solo un amor de vacaciones.
Sí él le demuestra con creces que la cosa va en serio, yo daría el salto. Atrévase.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
