Mi alma viajera, de 25 primaveras, decidió dejar la capital para explorar otros rumbos de mi área laboral, esta vez, en la Patagonia chilena. Pesqué mis cuatro pilchas y, sin mirar atrás, dejé un pierno que más que pareja se había convertido en un hijo.
Doctor Cariño:
Mi alma viajera, de 25 primaveras, decidió dejar la capital para explorar otros rumbos de mi área laboral, esta vez, en la Patagonia chilena. Pesqué mis cuatro pilchas y, sin mirar atrás, dejé un pierno que más que pareja se había convertido en un hijo. Flojo, sin pega, "con depre" y con mas droga en el cuerpo que neuronas en la sesera. Me hice cargo de alimentarlo, vestirlo, la pensión del cabro chico que tenía con otra y hasta le pasaba plata para que se moviera y pagara sus vicios, mientras él prometía que apenas tuviera lucas me lo devolvía. Ya en el sur me empezó a ir mucho mejor y seguí "prestándole" plata por un tiempo, a la vez que nos prometíamos que el amor que teníamos era más fuerte que la distancia. Esa tontera se me acabó cuando conocí un extranjero, compañero de pega, que me mostró que el mundo era más que el pobre holgazán con complejos de Bob Marley que tenía a mi lado. De a poquito me fue conquistando y terminamos capeando el frío patogónico. De esa infidelidad -le digo así por no decirle que el otro mono me tenía amenazada con que se iba a matar si lo dejaba- saqué la relación más linda que he tenido. Ahora se nos acabó la temporada patagónica y decidimos volver a la capital. Cuál es el problema, dirá usted. Necesito mi platita de vuelta, porque el crédito con aval del Estado me está chupando la sangre mes a mes y no me deja armar tranquila mi vida. El sinvergüenza sigue sin trabajo y no paga ni un peso. He tratado de llegar a un acuerdo o que me firme un compromiso de pago notarial, pero nada. Ayuda, doc.
La "pelotuda"
Estimada:
No sea tan dura de decirse pelotuda. Bueno, lo es un poco, pero dígame quién se libra de haberlo sido en alguna ocasión. Mal ojo tuvo pues en fijarse en un ganapán, en comprarle el envoltorio sin dulce y meterse en un cachito que todavía no la deja librar del pasado. Pero depende de usted. Lo de las lucas que le debe el bueno para mirar la tele sin control remoto tienen olor a Fifa, así que mi consejo pasa por ahí: olvídese de que le van a pagar. Lo de ir a pegarle es broma, me imagino, así que lo otro sería contratar un abogado... Pero, mija, para qué va a perder plata y meterse en una pelea que no la deja libre de una buena vez. Vea otras formas de financiarse y deje de infectar su mente.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com