Doctor Cariño:
No sé cómo hacerlo, pero quiero recuperar a mi marido. Me separé de él hace cinco años. Tuvimos dos niños, y él me engañó con mi mejor amiga. Fue terrible esa experiencia, porque un día lo fui a buscar a la pega y vi su auto afuera. Me acerqué y vi a la Pochi meta agarrando con el padre de mis hijos. Le pegué a él, y a ella la dejé bien mechoneada.
Obvio que sufrí mucho, hasta que me separé u decidí dar vuelta la página. Se ha portado en la actualidad muy bien con nuestros niños y eso me conquistó nuevamente. Lo amo.
Para el Día del Padre le hicimos un asado, y se tomó unos tragos. Ahí me aproveché y me lo llevé para mi pieza. Lo agarré y le di como en nuestros mejores tiempos. Cuando despertamos en la mañana, llegaron los dos niños a ver tele con nosotros. Familia feliz. Pero después él me pidió disculpas y me dijo que lo que hizo fue de califa y que ama a otra mujer. Quedé destruida y no sé qué hacer. ¿Y si se casa? Ayúdeme doctor. Por favor.
Clarissa
Doña Clara:
Tal como dice su nombre, la película debe tenerla “Clarissa’’. Es que usted pensó que con un polvete se iban a borrar los cinco años separados. El debió construir una vida nueva y usted, seguramente, igual tuvo sus amores y revolcones con otros gallos. Me imagino, quizás no. Pero ha pasado mucho tiempo.
Mire, quizás la velita no se ha apagado y podría haber esperanza. Nunca se pierde. Invítelo a cenar solo y plantéele la posibilidad. Pero ojo, no le meta los cabros chicos como justificación para el reencuentro. Esa arma no sirve y, muchas veces, las parejas vuelven por los brocas y éstos sufren más, pues los platos volando y las discusiones matan a cualquiera.
Si él le dice que lo intenten, vaya piano piano, pero si le reconfirma el amor por otra mujer, déjelo que siga su camino y que continúe siendo un excelente padre. El tiempito cura las heridas y si anda falta al caldo, péguese su salvadita. Los hombres abundan, pero trate de encontrar el amor. Siempre Cupido la andará joteando. Que le vaya bien.