El mes pasado, quisimos darnos una despedida y después de los pisco sour pasamos a los vodka, que él tan rico me preparaba, y sin darme cuenta acabamos en un "remember" de película.
Doctor Cariño:
Con mi ex ya teníamos todo decidido. Nunca nos tiramos los platos ni nos agarramos de las mechas. Como adultos que somos, quedamos en que ya no era lo mismo y que el depa que compramos lo vamos a vender e, incluso, yo me quedaré con más plata porque puse el pie. Todo cuerdo, todo frío. Salvo que el mes pasado, quisimos darnos una despedida y después de los pisco sour pasamos a los vodka, que él tan rico me preparaba, y sin darme cuenta acabamos en un "remember" de película.
Fue como si la magia hubiera regresado. Pero al otro día él me pidió perdón, me dijo que eso no debería haber ocurrido y se fue. Ahora estoy con el alma en un hilo, porque temo estar embarazada. No he querido hacerme el examen, pero me siento rara. Y no sé cómo decirle lo que pasa. Ayuda, por favor.
Ani
Mi niña:
Puede que le haya caído el Salto del Laja encima, mi querida amiga, pero la llama que tiene encendida por su príncipe azul no se apagó. Y casos como el suyo me recuerdan lo tóxicos que son estos tiempos, donde la gente quiere parecer muy moderna y las separaciones son el pan de cada día, porque como somos civilizados a la primera todos creen que las páginas pueden darse vuelta. Y no. No es así. Y usted sigue enamorada hasta las patas de su "Romeo", tanto que el cigüeñazo en camino le está restregando en la cara que aún lo quiere.
Dígale lo antes posible la verdad. Hágase el examen del pipí y si sale positivo, cuéntele que hay una razón poderosa para volver a intentarlo. Los vodkas son la chiva para no mirarse al espejo, porque mi niña... usted aún lo ama y puede que aún pueda tomar ese tren.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com