Doctor Cariño:
Es de conocimiento de mis hijos y ellos están de acuerdo. Pero nos da miedo. Con mi mujer nos separamos hace siete años y ella se casó de nuevo con otro hombre, un profesor de karate y con mucha plata.
Y desde 2015 empezaron con problemas de tipo marital. Él la engañó, ella también. Y mis hijos viven con su mamita y luché para que se fueran a mi casa. El tribunal me dijo que no, y empecé a pelear.
Fueron tantas las veces que fui a ver a mis cabros que terminé agarrándome a besos con mi ex. De ahí comenzamos una relación paralela: ella con su marido y yo con polola nueva, pero ambos siendo patas negras. ¿Se entiende?
Lo único que nos juega a favor es que además de nuestros pequeños no hay otros hijos por ninguna otra parte. Pero tenemos miedo. Él es un violento y peligroso.
Rubén
Don Rubén:
Cuando pasan esas historias donde hay hijos de por medio, siempre he dicho que la prioridad son los pequeños.
En este caso sólo hay un papel del Registro Civil que une a su ex mujer con el karateca. Nada más. Y si su ex quiere volver con usted y lo ama, y su persona también desea lo mismo, juéguensela a morir.
Sufrirá el hombre violento y la polola suya. Más allá de lo que pueda suceder, de que le saquen la cresta o lo demanden, terminará la historia en un final feliz.
Importante es que antes de todo conversen cada uno con sus respectivas parejas y les digan la decisión que tuvieron.
El amor de ustedes que terminó alguna vez por distintos motivos se reivindicó. Ese es vuestro argumento para tomar esta medida. Más aún si están los hijos que sueñan con tener a su papá y mamá juntos. Caso cerrado.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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