Aunque no lo crea aún soy de esas personas que voy a tomar sol en las piscinas públicas. Pese a que se terminó la temporada, me quedé con un problema, porque a mediados de febrero se me ocurrió hacerme la linda con un salvavidas.
Doctor Cariño:
Aunque no lo crea aún soy de esas personas que voy a tomar sol en las piscinas públicas. Pese a que se terminó la temporada, me quedé con un problema. Ello, porque a mediados de febrero se me ocurrió hacerme la linda con un salvavidas.
Claro, le pedí su teléfono, lo esperé y después partimos a un motel. Yo estoy resuelta, porque volví con mi marido, y el tipo me sigue escribiendo. Ahora, lo podría cortar; sin embargo, el hombre es una máquina sexual, no como mi marido que es más bien fome. Este último se esmera mucho porque quiere tener una familia y a mí también me gustan los niños. Tengo un buen hombre, pero malo para el sexo, y tengo a otro tipo desconocido que se convirtió en un león en la cama. No sé qué puedo hacer en estos casos.
Diana
Doña Diana
El corazón es lo que menos le importa a usted. Así que inmediatamente le ordeno a que deje a su marido. No por usted, sino por él y por la guagua que podría venir. Usted no puede pensar en tener un bebé con alguien que denosta públicamente y que se nota que no lo ama.
Él se merece tener una mujer que tenga un hijo con él por amor, no por ganas. Y el tipo de la piscina puede disfrutar del buen sexo como a usted le gusta. A su marido déjemelo tranquilito, pero solo aún. Ojalá piense bien y no crea que todo es sexo en esta vida. Se lo digo en serio, porque cuando uno se pone viejito, prefiere más un beso en la cara que una cana al aire. Recapacite.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com