Doctor:
Le confieso que no soy una mujer tan linda, pero con mi personalidad y mi estilo de vestir me defiendo. Estoy soltera, pero en mí se aplica eso de "no llueve, pero gotea", siempre gotea.
Hace poco llegó a mi trabajo un niño que estudió en mi universidad, pero nunca fuimos amigos. Es bonito el cabro, flacuchento, pero de lindas facciones, muy culto y educado... y le eché el ojo.
De a poco comenzamos a hablar de amigos y profes en común y entramos en confianza. Me invitó a salir, me coqueteó y al final... no pasó nada, se achunchó.
Lo curioso es que al día siguiente nos quedamos trabajando hasta tarde, salimos a fumar y antes de apagar la colilla me pegó el manso atraque ahí mismo.
Cuando le conté a mi mejor amiga me abrió unas pepas gigantes. Ella lo conoce de hace tiempo y me dice que es gay y que tiene una pareja de años. Quedé plop. ¿Y ahora qué hago, doc?
Florencia
Querida Florecilla:
Lo comido y lo bailado no se lo quita nadie. Lástima que sólo haya sido un beso apretado pasado a pucho y en la pega.
Ahora, no se quede sólo con lo que le contó la amiga, que podría estar equivocada o desactualizada. Quizás el chiquillo tenga el corazón tan grande que no restrinja su amor a un solo género.
Tal vez lo que le dijeron sea un cahuín mala onda. En fin, la única forma de salir de dudas es hablar con el compañero de pega, a calzón quitado nomás.
Pero no lo invite a fumar, que hace mal para la salud y conversar estas cosas en la pega no es lo ideal.
Junténse a comer algo después del laburo o algo así. Atenta eso sí, que esos que se las dan de cultos son harto buenos para engrupir. Se lo digo yo, que algo sé de eso.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com