Hace un tiempo empecé a ir al gym para tener un verano sin polera. Y me tomé tan en serio el tema que decidí contratar un personal trainer...
Doctor Cariño:
Hace un tiempo empecé a ir al gym para tener un verano sin polera. Y me tomé tan en serio el tema que decidí contratar un personal trainer. Pero lo que sería mi salvación para lucir feliz mi bikini, terminó siendo mi peor pesadilla.
Sucede que el profe es tan amoroso que terminamos extendiendo las horas de clases y después le sumamos unas salidas a tomar algo. Y de tanta "sesión personalizada" terminamos en un motel. Hasta ahí, ni un drama. Lo peor vino dos semanas después, cuando me contó que aún vivía con su polola, porque hace poco habían tenido un hijo, y ahí se me vino el mundo encima.
Él me jura de guata que ya no pasa nada con ella y que estaba ahí sólo por su bebé, que está esperando el mejor momento para dejarla, pero yo no le creo nada, me siento como si fuera su patas negras. No sé qué hacer.
Carla
Mi fitness enamorada:
Si ya tiene la resistencia suficiente con tantas idas al gym le recomiendo que le de el filo y corra por lo menos unos 100 kilómetros para dejar en el olvido a ese pelmazo. Nunca olvide que las palabras se las lleva el viento y que son los hechos los que quedan. Si realmente está enamorado de usted ya se la habría jugado, y tendría resuelto su situación familiar, para no tenerla en ascuas.
Quizás su personal trainer tenía el agua cortada y vio en usted la posibilidad de pasarlo chancho de nuevo. Así que no la piense dos veces y déjelo. Contrate otro personal trainer, haga harto deporte y seguro llegará un amor que valga la pena.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com