Se lo sirvió una veterana

Fraterno consejero: 

Estoy empecinado por retroceder el tiempo y llegar a aquella salsoteca. Fui hace cinco meses y una semana exactos a bailar con un amigo al Barrio Bellavista. Estuve ganseando como dos horas y justo, cuando estaba a punto de irme para la casa sin zangolotear y más solo que un dedo, me sacaron a bailar.

Era ella, una mujer mayor, pero monumental: 50 años, operada entera, unos labios carnosos y un auto de varios millones. Le digo lo del auto, porque después de tirar los pasos en el local de música cubana, a la hembra me la agarré y me invitó a un motel.

Ahí me subí al Batimóvil de Batman. Asientos de cuero, alerón, techo corredizo, y un motor que chupa hasta los calzoncillos. Manejé yo y ella me dio las instrucciones hasta llegar al lugar del amor.

Ahí me hizo pebre. Tremenda hembra. Me dejó más seco que pescado de cerro. Pero al otro día desperté terrible de solo y sin ropa. Ella me dejó botado y ni si- quiera con una toalla para irme para la casa. Quedé fallecido.

Rómulo

Don Adán:

Qué tanto le pone, si al final todos los días se ve a un compadre en la calle caminando con sus cascabeles sueltos. Lo preocupante es que no sabe quién es esa mujer. Para qué le voy a preguntar si ha ido al local para ver la posibilidad de que la Madame de La Noche aparezca sentada en una mesa con un cigarro laaaargo y esperándolo. 

Lo más probable es que lleve 19 viernes esperando el momento de verla a ella. Se gasta la plata de la entrada, no baila nada y más encima se queda con el cuello torcido mirando para la puerta del establecimiento de música afrodisíaca. Raya para la suma, aparte de leerle su historia y decirle que lo envidié hasta el momento en que lo dejaron en pelotas, le puedo señalar que tiene que hacer borrón y cuenta nueva. 

El tema es fácil: fue una “experiencia religiosa’’, como diría el gran y talentoso cantante Enrique Iglesias (Sí, oh,canta como el forro). Así que su buen recuerdo. 

Pero igual vaya a darse su vuelta para allá. Le puede saltar otra mujer más golosa que la anterior. ¿Cómo quedaría ahí? Lo que sí, duérmase vestido y con candados.

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