Doctor:
Soy de esas amigas que van a todas por sus pares. Y como siempre he sido líder, les doy los mejores consejos y desde que somos chicas me hacen caso. Ahora, que pasamos los 30 años, la cosa sigue igual, aunque me meto más en el terreno amoroso.
Fíjese que les he elegido el pololo a todas. Cuando me muestran a un postulante, le bajo o subo el dedo y listo. Y vaya que le apunto, oiga.
El problema es que no soy infalible y con la Margarita, que es la mejor de mis amigas, me he equivocado... y ahora por segunda vez.
Ella estuvo casada hace años con un gallo de mi pega, el que se lo recomendé a ojos cerrados. Se casaron, tuvieron un hijo, hasta que él le fue infiel.
Siempre le dije que le diera otra oportunidad y después de años se la volvió a dar.
Todo bien, hasta que el otro día lo vi a él en malos pasos. Se estaba besando con una mina en un pub.
Mi duda es si le digo a mi amiga, pero temo asumir mi segundo fracaso y que pierda credibilidad. ¿Qué hago?
Felicia
Guía (chanta) del amor:
El ego es, muchas veces, mal consejero. Está bien quererse, tenerse fe, pero cuando ese ego traspasa a otros, ahí suele haber problemas...
Bueno, ese es el caso de usted y, obviamente, se creyó un cuento que su gran orgullo personal lo transformó en una "verdad".
Culpa también es de sus amigas de ser tan débiles y creer que usted -y no ellas- es la persona que decide esos temas del amor. ¡En qué mundo viven!
Usted, la "guía", está aún más perdida, porque si tuviera algo de criterio es probable que se respondiera sola esa pregunta... O sea, con dos dedos frente usted sabría que lo mejor, si se considera real amiga, es decirle que el ex de nuevo la está engañando.
Y asuma la culpa, se equivocó (de nuevo), aunque la aconsejada también hace su parte al creerle a una chanta de ego alto como usted. Hasta luego.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com