Doctor:
Estoy enamorado de una colega hace años. Me da lata, porque soy el junior y ella la secretaria en una oficina donde hay puros ingenieros e hijitos de su papá, que se la jotean porque ella está como quiere y los tontos son rubios y con las lucas del porte del ego del Lucho Jara. Cada vez que ella se para a la fotocopiadora y llega un gerente, me hierve la sangre al ver cómo le hablan al oído y le miran el manantial lácteo, donde a veces alucino cumpliendo el mandamiento del Chino Ríos, onda chupando y chupando semejantes torres gemelas. Ella no me pesca, porque soy flaco y poca cosa para sus aspiraciones. Así que hace un tiempo me inventé un perfil en esa cuestión del Tinder, donde la tierra está más caliente que en la época de los dinosaurios. En ese cibermundo la secre me pescó, porque jura que paso con el palo en la mano, pero el de golf. Fijamos una cita para la próxima semana, pero no sé si ir. Ayúdeme.
Miguelo
Querido pollo:
Leyendo su carta cebolla me dieron ganas de tirarle maíz, porque sabe que en el fondo usted es un pollo, que se merece el terrible jefe que salía en el Club de la Comedia, cuando era entretenido y no un piño de puros puñaleros. Pero no nos vayamos del drama, que pasa principalmemte porque usted cree que las lucas son todo en este mundo. Está bien que los poto parao que hablan con la papa en la boca tienen ventaja con las secretarias, sobre todo cuando les recitan los dictados y les ponen los punto aparte. Pero no sé si se ha dado cuenta que los choros que tienen calle, generalmente, son más ganadores gracias a que el don de la palabra puede más que cualquier cuenta corriente. Si usted se quisiera un poco más a sí mismo, si se mirara el garrote y le hablara como si fuera su hijo, de seguro podría enamorar a la colega con otros encantos. Dígale que usted es el Brad Pitt del Tinder, juéguesela. Lo peor que le podría pasar es que le tiren más trigo al suelo. No sea pollo.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com