En estos días en que todos hablan del Papa, recordé mi juventud, cuando hice mi confirmación.
Reconozco que como era lolo me interesaba tanto el sacramento como una niña que estaba en el mismo proceso.
Después de la misa nos íbamos para los matorrales, pero no piense mal, que ahí sólo nos dábamos besitos. Éramos bien pavos parece.
La cosa es que al poco tiempo yo me vine a Santiago y nunca más supe de ella.
Hasta ahora, que la busqué por redes sociales hasta que la hallé: está casada y tiene dos hijos chicos.
Hablamos por mensaje bien seguido, como viejos amigos, pero no puedo evitar pasarme el rollo de arrancarme para el sur y revivir con ella esa época tan linda pero tan corta.
Y claro, con algo más que puros besitos, total yo estoy separado. ¿Qué dice usted?
Gerardo
Gerardito:
No hay viejote que no recuerde con anhelo sus días de púber, época llena de esperanza, ingenuidad y harta pasión.
En su caso, me parece muy lindo que no olvide a la amiguita con la que se daba esos primeros y tiernos ósculos bajo el amparo de intrincadas y espesas matas.
Muy tierno también es haberla buscado para saber en qué está ella hoy.
Ahora, de ahí a pasarse rollos con que podría volver a vivir esa época es un poco mucho.
Siento decírselo amigo mío, pero lo de ustedes ya fue. Ella tiene una linda familia, con críos y esposo, y usted sobra en esa foto. Que esté separado puede explicar su activa imaginación.
Lo mejor es que se relacione con gente nueva, salga más con sus amigos, participe en organizaciones sociales, clubes deportivos o de baile, aproveche de pasear. Seguro que así encontrará una nueva pareja para un lindo futuro.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
Temas Relacionados
