Doctor:
Mi tío, el hermano de mi mamá, hace un año que me está molestando.
Cumplí 18 años y de ahí en adelante me acosa, me hostiga y a mí me da miedo, porque la cara de sicópata que tiene es para asustar a cualquiera.
La semana pasada en un asado se curó como tenca y mientras yo dormía se me metió en la cama, prendí la luz y me puse a gritar hasta que él mismo me tapó la boca y me dio disculpas. Estoy muy atormentada con todo esto, más aún tratándose de un familiar tan directo.
Imagínese la embarrada que quedaría en la familia si yo cuento todo. Quedaría como una loca y nadie me creería. Por eso no lo hago. Y aquí estoy, mordiéndome la lengua y con un temor latente.
PAZ
Señorita:
Esto no puede avanzar más que de hoy.
Ahorita mismo vaya y cuéntele a su mamá todo lo que ha vivido desde hace un año.
Claro, el depravado esperó a que usted obtuviera la mayoría de edad para que no le cayera el tejazo si es que usted lo denunciaba.
Yo pondría una cámara oculta en su habitación, lo llamaría y lo haría soltar la verdad sin que se diera cuenta.
Después le mostraría el video a toda la familia para que cacharan lo que realmente es el hombrón que se hace el simpático, pero que jotea a su propia sobrina. Es un enfermo y un peligroso.
Grite luego, Pacita. Esto es delicado. De verdad.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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