Trompetista no quiere caer en la tentación

Soy el trompetista de una banda tropical. Mi sueño es algún día integrar una banda grande, como la de Américo o Marc Anthony. Pero por ahora nos salvamos. Soy casado y tengo un hijo de un año.

Mi drama viene ahora doc. En el verano nos vamos de gira y andamos tocando en cuanto festival municipal se organiza. Además tocamos en matrimonios, fiestas, discos, bares. Todo para hacer las monedas para el año, cuando bajan un poco los eventos.

El problema es que como la banda ahora es más conocida, tenemos fans y ellas nos van a esperar a los conciertos y se nos regalan al final del show, doctor. Nos mandan guasap, mensajes por Facebook e incluso el otro día se nos metieron como 6 chiquillas piluchas al camarín. Le juro que no he hecho nada, pero mi señora está cachuda por los posteos que me dejan en Facebook. ¿Qué hago?

CHASCÓN FIEL

Señor del instrumento:

Es obvio mijo, las mujeres se derriten por los hombres que tienen que agarrar el instrumento con las dos manos... me refiero a la trompeta.

Suele pasar que a medida que se hacen conocidos, muchas evas empiezan a ver acá la oportunidad de su minutillo de fama, aunque el susodicho sea más feo que el “peluche” Dueñas comiendo limón en Jalogüin o Mauricio Israel con hipo.

Lo bueno, según me cuenta, es que todavía no ha soltado prenda con las fanas que se le meten al camarín.

Amigo, calma, no haga una tontera, primero está la señora y el crío. Usted sea profesional, hágase el loco y llegue a disfrutar a la patrona. Y no pesque los mensajes. Por último ponga su perfil de Facebook cerrado y listo.

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