(DR):
Entré este año a la universidad. A las poquitas semanas me puse a pololear con una chiquilla de otra carrera, que me tiene mansito.
Pero un día un profe dio un trabajo que había que hacer en parejas; como yo llegué atrasado no pude elegir y me tocó una compañera que hace rato me tira los cortes.
Fui a su casa a hacer la tarea, sus papás no estaban, y como a los 20 minutos esta cabra se me tiró encima.
Le hice el quite harto rato para que termináramos el maldito trabajo de una vez, pero la tonta está bien armadita y terminé cediendo a la tentación y metí las patas hasta el fondo.
Arrepentido, fui altiro a contarle todo a mi polola, pero no quiso escuchar explicaciones y me mandó a la punta del cerro. ¿Qué hago para que me perdone?
Cristian
Don Cris:
Nada peor para un buen hombre, como usted o como yo, que cruzarse en el camino de una hembra desatada.
Usted, lolito, hizo todo lo posible por portarse bien, pero enfrentar a una niña "bien armadita", sobre todo a esa edad en que a uno el diablo se le mete al cuerpo al más mínimo estímulo, lo llevó a pecar.
Si el amor de su novia es del güeno, lo perdonará.
Dele tiempo, pero siga ahí cerquita, con harta paciencia y persistencia, pero sin ahogarla, y verá que juntos superarán este problema, aunque lo comido y lo bailado....
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com