Adán está terrible urgido porque su señora se puso muy ganosa

Doctor:

Ya no tengo cómo hacerla para darle cumplimiento a mi patrona en el lecho conyugal. Tengo 48 años y desde los 13 que rindo igual. O sea, ni tan penca ni tan maravilloso.

Todo bien hasta hace cuatro meses en que ella entró a un taller de baile y actividad física. Ahí empezó a llegar ganosa a la casa, no me da tiempo ni para sacarme la ropa y ya está encima mío para dejarme seco.

No entiendo qué pasa, a lo mejor en las clases y talleres algún profe vivaracho me la dio vuelta y me andan comiendo la color.

Deme la mano y no me agarre tanto pa'l payaseo.

Luis

Amigo:

No creo que su mujer esté quemándole el espinazo, ni zapateando en otra fonda y que otro le ande comiendo la color.

Pasa que algunas  damas, al acercarse a los 50 años, como que toman un segundo aire en materia de sacudir la pallasa.

Eso se une a que tiene actividad física y la sangre empieza a correr mejor y más fuerte por sus venas. A la legua se nota que ese sería el origen de sus ansias amorosas.

Y todo esto bien puede ser una pura lesera, ya que la puede haber picado una araña o hasta mordido el Chupacabras con el virus calentonis, pero lo cierto es que usted debe tomar cartas en el asunto, ya sea haciendo ejercicios, comiendo sanito y, si puede, mandarse al pecho unos mariscales y cocteles de piure a la vena.

Y si nada resulta, vaya al doctor y pida que le recete pastillitas azules pa'l viagrazo.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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