Doctor:
Soy más bien chicoco, con mi rollito regalón en la cintura, canoso y con poco tiempo para hacerle a la conquista. Pura pega y me la llevo para la casa. Y así no hay amor que aguante. Ya he perdido cuatro pololas y no tengo tiempo para salir a buscarlas. Hace poco, regando, se me acercó una vecina y me metió conversa. Se ofreció para hacerse cargo de la casa, porque me falta tiempo y anda todo patas p'arriba. Acepté y para pagarle la invité a comer en la misma casa. Al toque me pidió que le pagara en género, usted sabe. Y como ando fallo al filete, acepté y ahora la casa anda limpiecita, tengo compañía y ella es una diosa en la cama. El problema es su marido, mi vecino que casi no pasa en la casa por su pega de turnos y porque le hace al carrete. Estoy agarrado de la vecina y quiero hacer vida de pareja con ella. ¿La ve difícil?a.
Artemio
Galanazo:
Asumo que usted es separado o divorciado, por la edad. O sea, no tiene mujer fija ni hijos cerca. Así las cosas no hay atado en que meta minas a la casa y la cama, pero eso de encamarse con la vecina acendosa y buena pa'l merecumbé es de mala persona, porque la Eva tiene pierno y con así los mansos cachos. Eso no se hace, Artemio, no es de machos. Mi consejo es que se abra, usted, no ella, y no persevere en esa relación entero cochina. De lo contrario, se va a llevar la media pateadura del venado y acabe al lado de una hembra cacho. ¿Por qué lo digo? Porque como usted es trabajólico, capaz que ella se busque otro vecinito para hacerle el aseo completo y usted se transforme en el nuevo venado.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com