Doctorcito:
Mi vecino me hostiga todos los días. Me golpea la muralla, porque sabe que al lado de su pieza vivo yo en la mía.
Es un departamento pequeño, pero él se aprovecha y le pega y le pega sólo cuando su señora no está. Ella trabaja de enfermera y cuando parte al turno comienza con sus ruidos.
Lo he denunciado con el conserje, pero sigue con el toqueteo. Lamentablemente, y para serle sincera, el caballero mide un metro noventa, es guapo, espaldas dantescas y ojos celestes.
Me lo he soñado y hasta creo que me atrae, pero lo de su mujer y los sonidos me incomodan. ¿Qué hago, doctor?
Perla
Perlita:
No venga a venderme la pomada de que está desesperada con los ruidos del ropero esbelto de al lado.
Lo que pasa es que sabe que mi compadre le encanta y le hace ruido su esposa, pero no quiere reconocer que le importa un cuesco que él sea casado.
Sólo se lo imagina a potope con la tremenda espalda y besándola hasta el contre. Pero se meterá en un forro del porte de un buque. Vive al lado de él.
Es decir si le queda una patada tendrá que irse de su departamento, vender todo y emprender el vuelo, porque el señor del golpeteo no se va a ir.
Yo me haría la lesa y busco otra fonda sin propietaria. No sea agilá, mi perrita.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com