Ando a un mes de los 61 años, he estado en muchos países, he conocido costumbres extrañas para nosotros los chilenos y he estado en numerosas luchas épicas en diversos catres del mundo.
Doctor Cariño:
Le escribo para que me dé el empujón final a una relación que está de cajón que empiece. Ando a un mes de los 61 años, he estado en muchos países, he conocido costumbres extrañas para nosotros los chilenos y he estado en numerosas luchas épicas en diversos catres del mundo. O sea, se puede decir que tengo harta experiencia. No es que sea sobrado, es una realidad.
Estoy sin pareja y la necesidad de tener a alguien permanente a mi lado es angustiosa. Hace un tiempo conocí a una dama de 50 años, salimos e incursionamos en el sexo, algo que fue gratificante para ambos. Era la candidata, pero surgió una mujer menor, su hija, de 27 años, quien me hizo tilín; es más, nos hicimos tilín y estamos saliendo y ella va a todas conmigo. Y ahí está la duda, ¿con cuál me quedo?
Ernesto
Caballero:
Lo suyo no es una gran duda, es un tremendo forro. Es más, la solicitud y consejo debería ir por ahí: ¿Cómo salgo del manso lío sin dañar a nadie? Pero antes de entrar en materia, vamos a aclarar algunas cosas: primero, usted es un cachetón con eso de la vasta experiencia, del recorrido del mundo, etcétera; segundo, es muy cara de palo al estar jugando a dos bandas con los sentimientos de dos mujeres, y tercero, ambas son pariente, son madre e hija y usted es el demonio en esa familia.
Dicho esto, no me queda más que decirle esto: ¡salga de una vez de la vida de esas mujeres! Cada hora que pasa en el catre con una de ellas, hace más grande el drama. Invéntese una buena chiva para salir de la situación y búsquese una Dulcinea en otra parte y no caiga en el mismo jueguito.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com