Doctor Cariño:
No sé qué hacer con mi marido. Me ignora y creo que se buscó otra. Estoy apenada y arrepentida. Lo que pasa es que tenemos casi cuarenta años y sexualmente andamos bien.
Sin embargo, el viernes pasado para nuestro aniversario estábamos de lo mejor hasta que él entró al baño para darme una sorpresa.
Yo desnuda en la cama lo esperé y cuando salió me lo encontré disfrazado de escolar, con júmper y todo, pero sin calzoncillos. ¡De mujer! Se me tiró encima y me dieron ganas de vomitar, doctor. Imagínese un hombre con una peluca, peludo, mi marido y de uniforme de niña. Terror. Vomité, de verdad.
El me dijo que fue una broma hot y se sacó la ropa que llevaba, se vistió y salió. Llegó al día siguiente curado como zapato y con olor a mujer. Seguro me engaña ahora. Llevo tres meses muerta.
Rafaela
Mi Rafaelita:
Igual es más raro que moño de pelado la situación vivida por usted. Esperaba un Rambo, un policía, un Hombre Araña, una zunga con nariz, un paquetito de regalo, un Teletubie, un Tarzán en pelotas, pero no: le tocó una guatona Candy vestida de uniforme de mujer.
No sé si es para vomitar, pero el impacto debe haber sido bien potente, porque hay una mezcla de vuelta de paraguas con fetichismo y humorada. Espero que haya sido lo último, que es lo más probable. Ojalá. Pero lo que debe hacer es juntarse con su amor a comer, vuelva a la casa, béselo, hágale lo que más le gusta y después de hacer el amor le pregunta qué quiso hacer con ese traje.
Obvio que le debe inventar que vomitó porque le hizo mal la marraqueta con jamonada de la once. Y tírele flores de que es tan guapo que no necesita disfrazarse para impresionarla. "Te quiero así, solito y sin nada'', le susurra en los oídos. Quedará enfermo y se lo dará todo.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com