Doctor Cariño:
Necesito que me diga qué hacer con mi hijo. Llega todos los días con ropa interior de mujeres en su mochila como que fueran un trofeo.
Tiene 25 años y vive aún con nosotros, pese a que tiene su trabajo y gana buen sueldo. Pero esa vida que lleva ahora no me gusta para nada.
Lo dejó su novia hace un año y de ahí en adelante partió con ese afán de las prendas femeninas, las que cuelga en unos clavos dentro de su ropero. Yo traté de meterme ahí y él me echó de su pieza.
Mi marido se ríe y no lo pesca, pero tengo dramas con lo que está pasando.
Manuela
Doña:
Tiene que agarrar al viejo despilfarrador de su hijo y mandarlo al sicólogo o a un orientador. Con 25 años un hombre es hecho y derecho y su actuar es de una inmadurez del porte de un estadio.
Amenácelo con echarlo de la casa si sigue con ese actuar. ¿Qué se cree? ¿Brad Pitt? Esa es una fijación de mente retorcida y por más de que lo haya dejado su polola no puede accionar de esa forma.
Sucio y falta de respeto hacia usted es lo menos que puedo decir de este joven, que claramente necesita una ayuda.
Su esposo, es decir, el papá del malo de la película, debe ponerse los pantalones y no sólo reírse. Acá hay un problema grave.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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