Ventanita Sentimental: Lágrimas eternas

Mi viejito se me fue. Se fue en un hospital, solo, conectado a un ventilador que nos tuvo con fe una semana. Pero no pudo más, aunque sé que la peleó hasta el final.

Doctor Cariño:

Mi viejito se me fue. Se fue en un hospital, solo, conectado a un ventilador que nos tuvo con fe una semana. Pero no pudo más, aunque sé que la peleó hasta el final.

Y aquí estoy, sola, mirando a la cama, al espacio que dejó y que por 40 años tuvo ocupado. El espacio no se llenará más. Estos días he preferido poner sus camisas, chaquetas y ropa interior al lado mío. Es que tienen su olor. Lo lloro, sí, y creo que nunca terminaré de llorarlo. Era mi compañía. La única. No hay hijos, nietos... Sola, sin mi viejito. Lo lloro. Y no pararé. Nunca.

Matilde

Señora Mati:

Me conmueve en lo más profundo su carta de amor y tristeza de alma. Se le fue su compañero de vida y no hay palabra que la pueda consolar. Se le fue sin un adiós, porque esta pandemia no lo permite y se ensaña especialmente con la gente de la tercera edad. La abrazo, señora Matilde. La abrazo en mi mente para que sepa que no está sola en esto, por más que mire ese espacio vacío. Pero esas lágrimas pararán y créame que en su reemplazo atesorará el recuerdo de su viejito luchador.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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