Doctor Cariño:

Voy a cumplir 4 años más tirada que opinólogo de la tele, porque me separé y no le miento que a estas alturas ya he vuelto a ser virgen, aunque lo bueno es que no tuve "bendiciones". No me pican ni las pulgas y, para serle sincera, extraño que me rieguen la plantita. Por eso me metí a Tinder y quiero dar el gran paso del vitrineo cibernético a elegir la fruta, pero en vivo y en directo.

Y ya tengo un candidato: un rucio pintoso, que en la foto parece Brad Pitt, pero cuando hicimos "mash" me contó la verdad y me dijo que tiene un pequeño gran detalle: le falta una mano. Para mí no es ningún drama, pero parece que para él sí, porque me confesó que cuando le ha tocado intimar le da cosa, porque quizás no puede afirmarse bien. No lo sé. ¿Qué hago? ¿Voy a la pelea igual? Ayúdeme, por favor.

Elsa

Mi "Frozen":

Su nombre, que espero sea el "de rial", me recordó a la princesa de Disney, esa Elsa que lo que tocaba lo dejaba duro, pero como hielo, sí, poh. Y le creo que, después de cuatro años sin echarle marisco al curanto en el hoyo, usted debe ser un volcán a punto de explotar. Por eso, mija, le aconsejo que se tire a la piscina a ojos cerrados nomás con ese galán medio saco de web que conoció.

Una mano menos no significa nada a la hora del amor, sobre todo cuando podría ensayar la pose de "Superman", esa donde hacía volar a Luisa Lane con un puro puño mirando al frente. Así la quiero ver: agarrada del cogote de su hombre de acero, mientras usted le entrega su criptonita acumulada. Que le vaya bien y cuénteme cómo le fue.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com