Compipa zapatea en dos fondas y no le alcanza ni pa' caerse muerto

Doctor:

No sé cómo vivir con dos mujeres a la vez. A mi esposa la amo, es buena persona, quiere a mis hijos y es hermosa.

Pero la otra es la que me apasiona, es la cochinona, la que me pega en la cama, la que se pone ropa hot, la que se echa chocolate en el cuerpo, esa misma.

Entonces no puedo dejar a una, si no convivir con las dos. Estoy pato, no tengo ni para hacer cantar a un ciego y sexualmente me estoy muriendo, porque ambas me exigen.

Pero ahí estoy, más perdido que la cresta.

Rodrigo

Rorrito:

La película la tiene clarita.

Obvio que debería quedarse con su esposa, la madre de sus hijos, pero la perversión se lo está comiendo, pues está claro que la otra es la que le hace el lavado de cabeza como corresponde y le da como tambor en el ring de cuatro perillas.

Pero sea práctico, si las lucas le faltan, hable con su esposa y trate de jugar más sexualmente.

A la patas negras dele el filo y llegue a poner los ojos blancos con la hembra de verdad, la que se merece un marido fiel y sin mirar para el otro litro.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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