Doctor:
Me puse con una botillería hace un año y reconozco que me estoy forrando.
Claro, a cambio estoy durmiendo cero, a mi señora ni la pesco, pero me salvé con una clienta que todos los días a las once y media de la noche pasa a verme.
Ahí la hago toda. Dejo a mi medio pollo y me salvo en la bodega.
Pero toda cosa buena trae una mala. La semana pasada llegó el pololo de la hembra y me destruyó el local, más encima le contó a mi mujer, y me echaron.
Estoy durmiendo acá, pasado a vino, sin mis hijos y a punto de recibir una demanda de mi esposa. Se quiere divorciar y quitarme todo. Ayúdeme.
Ronny.
Angelito:
Si poh, papito. Después de gozarla tiene que caerle el tejazo.
El cacheteo no podía ser gratis, y pucha que se mereció el cachuchazo en su pega de parte del cornudo, y todo lo que vino después.
Es que por dárselas de bacán dejó botado todo por un par de piernas.
Ahora baile con la fea y si tiene dignidad arrodíllese ante su esposa para que lo perdone y le deje cumplir, por lo menos, con sus cabros chicos sin una acción legal.
Si lo demanda y lo deja pato todos perderán. Arregle el entuerto, y hágalo por sus hijos.
Lláme e invítela a conversar civilizadamente. Le va a costar convencerla eso sí. Deberá realizar un trabajo de joyería.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com