Doc:
Fui a pasar unos días a la playa para desintoxicarme de la ciudad.
Me dejé caer en una casita de El Quisco que me prestó un amigo y esperaba puro descanso, dormir hasta tarde y no ver humanos, que ya me tienen chato.
Era el plan, pero al segundo día de paraíso, me topé con una vecina del sector que me prendió entero. La mujer más sexy del mundo, sola en una casa y amable.
Le metí conversa, la visité, nos tomamos unos tintos y acabamos a lo bestias hambrientas. Lindo todo, un recuerdo de lujo.
Pero me llamó hace unos días para decirme que su marido dejó una cámara oculta en la casa y que me iba a ubicar para patearme a gusto.
Igual me dijo que si quería otros encuentros, la llamara y se venía a mi ciudad. Estoy urgido.
Camilo
Don Camilos:
Espero que usted no le haya contado toda su vida a la mansa woman que se comió, porque si le dijo dónde trabajaba o vivía, lo más seguro es que le darán la tremenda zapatería a la puerta.
Y para la otra, pregúntele a las compañeras de lecho si son casadas o solteras. Si son las primeras, lo mejor es hacerse el bobby y pasar de largo.
Si son las segundas, hay que tirarse con algo de confianza. Por ahora, lo mejor es andar con las antenas paradas y estar atento al lupo por si aparece el cornudo.
Y, lo más importante: no se junte más con ella, puede ser una trampa del engañado. Ojo.
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