Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribirle. Es que volví con mi marido y ya no es lo mismo. Lo encuentro penca para la cama y eso es fundamental en mi vida.
Doctor Cariño:
Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribirle. Es que volví con mi marido y ya no es lo mismo. Lo encuentro penca para la cama y eso es fundamental en mi vida.
Estuve casada tres años con él y me separé seis meses. En ese tiempo estuve con tres parejas esporádicas y las mismas eran unos monstruos a la hora de la pasión. Y ahora que regresé con él, me encuentro con un tipo mecánico, sin jugueteo, rapidito y más encima, después se pone a roncar como un animal, cosa que no hacía antes de nuestra ruptura.
No sé qué hacer, porque volví por mi hijo de cinco primaveras, que adora a su padre.
Manuela
Mijita:
Ahí está el error, pues. Más allá de que el hombrón sea malo para el catre, usted debería haber echado a la balanza su corazón y no otra cosa. Usted no puede volver por su hijo solamente. El señor igual puede ser un buen padre fuera de su metro cuadrado. Si lo está pelando en mala y comparando, más bien dicho ninguneando, frente a otras tres parejas momentáneas, es porque usted no lo quiere.
Termine con él y trate de que su relación siga igual de civilizada por su pequeño. Él es el que debe estar bien con sus padres. Y lo otro, plantéele a su esposo cómo es él en la cama.
Capaz que se dé cuenta y la reconquiste con una nueva perfomance, lo que sería bueno.
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